sábado, 8 de septiembre de 2012

La flor de Loto


La flor de Loto es muy apreciada, sobre todo, en el mundo oriental y forma parte de la simbología de muchas civilizaciones. El loto es una hermosa flor que emerge del fango, esta imagen expresa una gran espiritualidad y, por ello, forma parte de la simbología budista e hinduista. La pureza se eleva por encima de lo mundano, pero no sólo eso, la flor de loto florece al tiempo que da fruto y semillas. La flor de loto representa la santidad, sus hojas que surgen del barro no se mojan ni se ensucian. En el budismo el loto es el lugar donde se sienta el buda, el nacimiento de lo espiritual y divino. El loto de muchos pétalos surge del océano cósmico, el loto precisa del sol y del agua para crecer, de la idea del fuego y la forma del agua, espíritu y materia, es el símbolo del nacimiento divino, asiento del dios creador.

Brahma emerge del ombligo de Vishnú sentado sobre una flor de loto para crear el universo. Con un equilibrio perfecto surge el buda sobre el loto, la semilla espiritual en el alma humana, una semilla celestial, fuego en una naturaleza de agua.

Para las culturas orientales el Loto era la representación del fuego en el agua, el cielo en la tierra, la unión de lo divino y lo humano. Los egipcios al iniciarse recitan: "Soy como el loto, resplandezco en la Pureza". El loto plegado semeja un corazón en la base de una pirámide. Plutarco, decía haber aprendido de los sabios egipcios que el loto de hojas redondeadas era el símbolo del Cosmos y el de hojas triangulares representaba a la naturaleza y al origen piramidal de la misma.

En la India simboliza la fertilidad, la riqueza, el conocimiento y hoy en día es símbolo nacional; se relaciona con la diosa de la abundancia Maha Lakshmi y simboliza: la pureza, la belleza, la abundancia

En el arte oriental la flor del loto simboliza creación y pureza, el largo tallo del loto es como el cordón umbilical que une al hombre con su origen y la flor, con toda su belleza, representa la iluminación, la aspiración esencial del alma humana.

viernes, 18 de febrero de 2011

La soledad del alma


El Alma también tiene miedo de la soledad, pero sus temores son de otro tipo. No la preocupan tanto las cosas que podría conseguir o perder. Sus preocupaciones son mucho más profundas. No la preocupan tanto los errores de otros como sus propios errores. Y su felicidad no depende de lo que pueda obtener de otros sino de su propia capacidad de amor, sacrificio y dación.

Parece paradójico, pero precisamente cuando un hombre ya no necesita nada para sí mismo, el Destino le hace encontrar en su camino a seres queridos, verdaderos compañeros de ruta que aspiran a estar a su lado atraídos por la fuerza de su alma. Para convivir verdaderamente con otra persona, es necesario primero dejar de depender de ella.

viernes, 16 de julio de 2010

La Bendicion


Haz la prueba tu mismo ensayando lo siguiente: pon dos plantas una al lado de la otra. riegalas a las dos todos los dias, pero escoge una de las dos para bendecirla y alabarla. Dile muchas cosas bonitas. veras tu mismo el resultado.

Cada ves que sucede algo malo o desagradable, no pierdas un instante: di:" Es por bien. bendigo el bien que contiene". todo contiene el bien y al tu bendecirlo se aumenta y se manifiesta. lo que parecia malo se convierte en una gran bendicion y una felicidad, porque lo habras pasado al polo positivo.

No bendigas a las personas: bendice al ser divino en ellas. No bendigas a un enfermo, bendice al organo saludable que esta manifestando una mentira. Bendice la salud y la verdad en el.
Ten cuidado esmerado en no expresar jamas algo que vaya en contra de otros. La ley del ritmo, dice "no hagas a otros lo que no quisieras que te hiciesen a ti".

Es un buen bumerang y no perdona. Lo que le hagas a otros se devuelve y te lo haran a ti. Si le deseas mal a otro te calumniaran y te criticaran. Si bendices a otro encontraras quien te bendiga a ti.

Si ayudas a otro, encontraras ayuda cuando mas lo necesites. si perdonas seras perdonado. El ritmo es un pendulo.
Cuando alguien te haga daño. No lo bendigas, bendice a su ser divino, dile mentalmente que se te haga el bien". Y piensas en otra cosa. asi cuando tu hagas algo sin intenciones de herir o molestar a otros pasara desapercibido y nadie lo sentira.

Cuando te irrite un majadero, bendice en el a " un angel desconocido" veras que te dara una buena noticia o un dato util.

Cuando no quierAs ser interrunpido en algun trabajo, declara la armonia del ser, di: " No es armonioso ser interrunpido. Dios esta en este trabajo y al mismo tiempo en el inoportuno.

No es posible que Dios se divida en dos y que las dos partes sean antagonicas".
El universo esta constituido asi. Todo surge del principio masculino y femenino. El pensamiento es masculino, polo positivo: El alma es femenino, polo negativo.

Ahora es cuando puedes comprender lo que al principio te hubiera confundido: Y es que el pensamiento, para manifestarse, necesita unirse o ser casado con un sentimiento. El alma es la sede de las emociones, de los sentimientos.

martes, 2 de marzo de 2010

Sabiduria diaria....


Sabio no es aquel que tiene su mente atiborrada de información. La verdadera sabiduría consiste en poder ser felices en el mundo tal como es, sin pretender acomodarlo como a nosotros nos gustaría que fuera.

Tu paz interior y tu felicidad dependen de aceptar que no puedes elegir lo que crees que debería ser, pero que sí puedes escoger como quieres ver lo que ya tienes.

Cuando juzgas como buena o mala una situación confundes la realidad con tu interpretación de ella. Entonces harás que la paz sea imposible para ti, porque tendrás tu mente enfocada en conflictos.

Y, por ley de correspondencia, conflictivas serán también las experiencias que el mundo exterior te brinde.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Les deseo una muy ¡Feliz Navidad!

Imagen: Sacada de MOVIMIENTO ESOTERICO

NAVIDAD Si en tu corazón hay un poco más de amor, es Navidad.
Si sabes perdonar al que te ofende, es Navidad.
Si buscas a Dios de verdad, es Navidad.
Si trabajas por la justicia entre los hombres, es Navidad.
Si sabes sufrir con amor, es Navidad.
Si le das una mano al caído, es Navidad.

Navidad es, en fin, cuando practicamos cualquier obra misericordiosa, secar una lágrima, obsequiar una sonrisa, calmar un dolor, suavizar una pena, ir por la vida sembrando flores sin espinas, en una palabra: Navidad es amor, siempre amor. Navidad es Dios, y Dios es amor!

sábado, 7 de noviembre de 2009

Hacia una civilizacion natural


La Civilización, como arquetipo de la plasmación de la Cultura, fue concebida entonces, en colaboración y no en lucha contra la Naturaleza, lo contrario de esto se tuvo siempre por suicidio colectivo y por peligrosísimo desafío al Destino.

Proponemos un retorno a la naturaleza. Pero no al salvajismo ni a las posiciones exteriores más o menos exóticas, como dejarse el pelo a lo africano o vestirse de chino. Nos referimos a algo mucho más “Interior” y Espiritual. Y que se refleje en todo lo que el hombre haga y deshaga.

Tenemos sed de bellos paisajes, de bosques frondosos, de hermosos mármoles tallados, de música sin aditivos electrónicos, de cuadros sin clisés de serigrafía ocultos bajo la pintura, de aire puro, de aguas puras…y de hombres y mujeres puros.

Que las drogas las tomen los enfermos para mitigar sus dolores, pero no los jóvenes para llenar sus ocios. Que no se vea al trabajo como una maldición sino como una de las mejores herramientas pedagógicas.

Que el hombre crea en Dios y en sí mismo. Y que para ello no haya que hacer un referéndum… ni consultar una computadora.


Seamos Naturales; seamos nada más…ni nada menos que NOSOTROS MISMOS.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Fransisco de Asís


Francisco de Asís amaba la Naturaleza. Algunos le tacharían de bobo, porque se cuenta que hablaba con los pajarillos del bosque, con las plantas y con el agua de los arroyos, de la decía era humilde, pura, sencilla y clara, quizá los rasgos más anhelados y más raros de encontrar en un ser humano, y por lo tanto siempre digna de ser imitada por el hombre.

En su tiempo no se hablaba de ecología, ni estaba tan bien visto como hoy ser ecologista, pero sin duda él sí lo era. Y lo era, seguramente, porque amaba a Dios, a la Naturaleza y a sí mismo, llevando su vida como el agua, con sencillez, pureza y humildad.

¿Qué necesitamos para respetar, cuidar y valorar a cualquier persona, animal o cosa, para respetar a la Naturaleza toda? Creo que basta con amarla.

He leído que los indios americanos amaban la tierra en que vivían. Cuando algún necio advenedizo y prepotente les propuso comprarle sus tierras, el jefe indio quedó perplejo, y casi se le cayó la pipa de la boca. ¿Comprar la tierra? ¿Es que acaso son mías las tierras? ¿Cómo se puede vender algo que solo es de los dioses? ¿Puedo yo vender esta tierra, si ha sido estercolada con los huesos de nuestros antepasados, es vida para los animales, es casa de las hierbas, espacios del sol y la luna, de los vientos y las estrellas?

No podía comprender eso.

Pero la cuestión es otra. En la práctica ¿cuál sería nuestra relación correcta con la Naturaleza? Antes he dicho que amarla. ¿Pero... a qué lleva ese amor, de existir? ¿Es lícito variar su equilibrio mediante nuestra intervención? ¿Hay que dejarla a su aire y amoldarnos a ella?

Quizá seamos, no sus amos, pero sí sus cuidadores. Recuerdo que en el Génesis se dice:
“Tomó Yahvé Dios al hombre, y le puso en el jardín del Edén para que lo cultivase y guardase...”

¿Qué es cultivar y guardar? Pues yo creo que quizá sea parecido a nuestro deber de padres para con nuestros hijos. Cultivar y guardar. Todos sabemos que no somos dueños de nuestros hijos, tal como bellamente lo expone K. Gibrán en su libro “El profeta”.

La Naturaleza no es nuestra, pero es nuestro deber cuidarla, con el mismo amor que profesamos a nuestros hijos, con la misma protección, así nos debemos a ella. No se vende a un hijo, no se daña a un hijo, ni tampoco se obliga a un hijo a ir en contra de su destino.

Y no se puede respetar ni amar lo que no se conoce.

He escuchado que el mago es mago porque que ama la Naturaleza, aprende sus leyes y vive según ellas. Y también escuché que colabora con ella, y, de forma natural, ella le sirve y le presta obediencia.

Los árboles, los arroyos o las montañas son nuestros compañeros de viaje y nuestros hermanos (como diría Francisco de Asís), con los que juntos desarrollamos nuestra vida y buscamos nuestro destino.

Igual que hacen ellos.